El plan incluye doce iniciativas y está dotado de un presupuesto de 970 millones de coronas (130 millones de euros) para reforzar la lucha antiterrorista los próximos cuatro años.
El plan es el resultado de un informe encargado hace un mes al servicio de inteligencia (PET) a raíz de los atentados islamistas en París de principios del mes pasado, en los que murieron 17 personas.
La presentación de la iniciativa llegó, además, pocos días después de los ataques del pasado fin de semana en Copenhague, en los que murieron dos personas, además del ejecutor.
El gobierno danés quiere mejorar las herramientas de la policía y del PET, lo que incluye mayor vigilancia y más guardias personales y más recursos a la capacidad tecnológica y de análisis, por ejemplo para detectar comportamientos amenazadores en las redes sociales, informó la agencia de noticias EFE.
Acceder a informaciones “relevantes” sobre los pasajeros de aviones, estudiar la elaboración de un registro de usuarios de tarjetas prepago para teléfonos móviles, ampliar la fuerza de acción del PET, estrechar la colaboración internacional y prevenir la radicalización en las cárceles son otras de las medidas propuestas.
Una parte de los fondos irán destinados a recopilar y analizar informes sobre la amenaza islamista radical en el extranjero y reforzar las acciones contra extremistas daneses que estén fuera del país, lo que permitiría realizar escuchas de nacionales sin una orden judicial.
La primera ministra danesa, Helle Thorning-Schmidt, dijo al presentar el informe que la policía sigue investigando los atentados de Copenhague y que cuando finalice esa tarea, se elaborará un informe en el que colaborarán varias autoridades implicadas.
Ese informe global podría dar lugar a nuevas iniciativas, avisó Thorning-Schmidt, que mencionó por ejemplo la creación de un registro nacional sobre cámaras de seguridad.
Thorning-Schmidt, que había mostrado antes el plan a los líderes del resto de grupos parlamentarios, se mostró confiada en que las iniciativas que exijan cambios legales sean aprobadas “tan pronto como sea posible”, para lo que necesitará el respaldo de otros grupos, ya que el gobierno que encabeza no tiene mayoría.
Lars Lokke Rasmussen, líder del Partido Liberal, primera fuerza de la oposición, mostró su apoyo, aunque advirtió de la necesidad de medidas adicionales vinculadas a los atentados del fin de semana.
Rasmussen y los líderes del resto de grupos del bloque de derecha habían reclamado ayer más medios y mejor dotación para las fuerzas de seguridad y medidas para evitar la radicalización en prisiones.
Omar Abdel Hamid El Hussein, un joven de 22 años nacido en Dinamarca y de origen palestino, abrió fuego el sábado contra un centro cultural en el que se celebraba un debate al que asistía el artista sueco Lars Vilks, amenazado por islamistas: en el tiroteo murió un cineasta danés de 55 años y tres agentes fueron heridos.
Horas después, mató de un disparo a un joven judío e hirió a dos policías que hacían guardia delante de una sinagoga.
El Hussein fue abatido horas más tarde por la policía en el norte de la ciudad tras responder con tiros a las llamadas al alto.