El vocero de la Presidencia, Alfredo Scoccimarro, informó esta tarde que Guillermo Moreno presentó su renuncia como secretario de Comercio Interior. La misma fue aceptada por Cristina Kirchner y se hará efectiva a partir del 2 de diciembre.
El polémico funcionario pasará ahora a desempeñarse ahora como agregado económico en la embajada de la Argentina en Italia, indicó Scoccimarro.
La salida de Moreno se comunicó un día después de los cambios anunciados en el Gabinete, en el que se movieron las principales figuras del equipo económico. De hecho, la permanencia del secretario había sido cuestionada por la oposición y empresarios al hacer un primer balance de las modificaciones.
Moreno ocupa la secretaría de Comercio Interior desde 2005. Con el correr de los años fue ganando influencia dentro del kirchnerismo hasta controlar áreas clave de la economía, entre ellas el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), cuyas mediciones son acusadas con frecuencia de falsas por partidos antikirchneristas y hasta propios empleados del organismo.
Su obsesión por controlar las estadísticas lo llevó a mantener disputas judiciales con consultoras privadas, que registraban índices distintos a los que difundía el Gobierno. Esta semana, el funcionario acudió a Tribunales para defenderse en la apelación que presentó su defensa por el procesamiento que le valieron las multas y sanciones que aplicó a algunas de esas empresas.
La pelea con las consultoras fue apenas una de las numerosas controversias que rodearon a Moreno durante su gestión, en la que manejó con rigor la relación con el empresariado, al punto de ganarse calificativos de “patotero” o “prepotente”.
Entre las medidas auspiciadas con mayor vehemencia por Moreno figuran la inspección exhaustiva de las exportaciones, las restricciones a las importaciones, el control de precios a supermercados y la elaboración de canastas de productos de primera necesidad con valores que muchos consideraron que no se cumplían.