Nadie quiere ponerse anteojos para ver televisión. Y parece que nadie tendrá que hacerlo. Más de cinco años pasaron para que las empresas desistieran de fabricar televisores 3D. ¿El motivo? El auge del formato tras películas como Avatar cayó a un punto tal en que la poca demanda y la falta de contenidos lo hacen inviable.
Así lo decidieron Philips y Samsung, dos de las principales fabricantes de televisores del mundo, de acuerdo con un reporte de Forbes.
“Los modelos 2016 de Samsung no tendrán capacidades 3D. Tomamos esa decisión basándonos en la demanda limitada de los consumidores y la pequeña cantidad de contenidos producido en ese formato. Estamos decididos a mejorar nuestra tecnología actual, el SUHD, así como en otras partes del negocio para ofrecer una experiencia 3D”, remarcó Samsung, principal fabricante mundial de TV.
En otras palabras, así como el resto de las empresas, la apuesta mayor pasa ahora por ofrecer la mejor calidad de imagen posible, superando los límites del 4K.
¿Qué sucederá con el resto?
La decisión de Philips inicialmente afectará al mercado europeo, pero se espera que haya un contagio hacia el resto de los mercados. “El 3D está muerto”, sentenció Danny Tack, director de Estrategia de Producto y Planeamiento de la firma holandesa.
“No hay fuentes 3D y nadie realmente quiere 3D. Complica un montón a tu TV”, agregó.
LG aseguró que apenas 20% de los televisores tendrán soporte para 3D en 2016, la mitad del porcentaje exhibido en 2015.
Sony dijo que sus modelos de alta gama X93D y X94D tendrían soporte para 3D.
Panasonic parece ser la única que continuará apostando por el 3D, recordó Forbes, aunque los lanzamientos de las nuevas TV no se extenderían más allá de Asia.
Una situación distinta vive el cine, donde el interés de los consumidores por contenidos de ese tipo sigue vigente. Solo resta ver cómo la llegada de distintos cascos de realidad virtual afectarán al segmento del 3D.