A raíz de los últimos y reiterados eventos de violencia con armas en los Estados Unidos, el presidente Barack Obama decidió tomar cartas en el asunto y realizó un memorándum destinado a promover y regular el desarrollo de tecnología armamentística tendiente a prevenir casos de violencia, tales como la detección de huellas dactilares en armas de fuego.

Ese registro sería necesario para que se puedan efectuar los disparos, explica el documento difundido por la Casa Blanca.

El mandatario busca, además, que los vendedores tengan licencias y forzarlos a que averigüen los antecedentes de los potenciales compradores. El Jefe de Estado también busca alentar las investigaciones sobre la violencia doméstica y un mejor rastreo de las armas que pierden los compradores.

El FBI incorporará para ello a más de 230 personas para ayudar a averiguar los antecedentes penales de los compradores durante las 24 horas de los siete días de la semana.

A continuación, las secciones clave del memorándum:

“Durante más de 20 años, el Gobierno Federal ha trabajado para mantener las armas fuera de las manos equivocadas, a través de la verificación de antecedentes. Este esfuerzo crucial en el tratamiento de la violencia armada ha impedido que más de dos millones de compras de armas de fuego prohibidas se llevaran a cabo. Pero decenas de miles de personas están todavía siendo heridas o muertas por armas de fuego cada año -en muchos casos, por armas que fueron vendidas legalmente pero luego robadas, mal utilizadas o disparadas de forma accidental–. El desarrollo de una tecnología que ayude a prevenir esas tragedias es una prioridad urgente.

En 2013 me dirigí al Departamento de Justicia para revisar la disponibilidad y el uso más eficaz de las nuevas tecnologías en materia de seguridad de armas, como los dispositivos que requieren la huella dactilar del propietario antes de que un arma pueda ser disparada. En su informe, el Departamento dejó en claro que los avances tecnológicos en esta área podrían ayudar a reducir las muertes accidentales y el uso de las armas robadas en actividades criminales.

 

Millones de dólares han sido invertidos para apoyar la investigación en una amplia gama de conceptos para mejorar la seguridad de las armas. Todos debemos hacer nuestra parte para seguir avanzando en esta investigación y fomentar su aplicación práctica, y es posible hacerlo de una manera que vuelva el público más seguro y sea consistente con la Segunda Enmienda. El Gobierno Federal tiene una oportunidad única para hacerlo, ya que es el mayor comprador de armas de fuego en el país. Por lo tanto, por la autoridad investida en mí como Presidente por la Constitución y las leyes de los Estados Unidos de América, por la presente ordeno lo siguiente:

Sección 1. Investigación y Desarrollo. El Departamento de Defensa, el Departamento de Justicia y el Departamento de Seguridad Nacional (departamentos) deberán, en la medida de lo posible y que lo permita la ley, realizar o patrocinar la investigación en tecnología de seguridad de armas que reduciría la frecuencia de descarga accidental o uso no autorizado de armas de fuego, y mejorar el rastreo de las
armas perdidas o robadas. A más tardar 90 días después de la fecha de este memorando, el Secretario de Defensa , el Fiscal General y el Secretario de Seguridad Nacional elaborarán conjuntamente un informe con una estrategia de investigación y desarrollo destinado a agilizar el despliegue real de este tipo de tecnología para utilizar en la práctica.

Sección 2. Departamento Consideración de la nueva tecnología. Los departamentos deberán, en la medida permitida por la ley, con regularidad (a) revisar la disponibilidad de la tecnología descrita en el apartado 1, y (b) explorar formas posibles para promover su uso y desarrollo para mejorar de manera más amplia la seguridad de las armas. En relación con esos esfuerzos, los departamentos consultarán con otros organismos que adquieren armas de fuego y tomarán medidas pertinentes para considerar si la inclusión de este tipo de tecnología en las especificaciones para la adquisición de armas de fuego sería coherente con las necesidades operativas”.