“Presentó la renuncia y no se la aceptaron”, informó una fuente de la cartera sanitaria, en relación a la situación de Ortiz; al tiempo que agregó que “hasta se pensó en que el reemplazante sea el intedente de San Nicolás, Ismael Passaglia, que acaba de sumarse a Cambiemos luego de abandonar el FpV”.
Pero Passaglia dijo que no. ¿Por qué? Porque al ex ministro de Salud durante la gestión Solá no le ofrecieron la cabeza de la cartera, le ofrecieron el número dos, para que sea el Viceministro de Evelina Chapman, la virtual actual segunda de Ortiz.
A todo esto, mientras Passaglia se negaba, surgió otro nombre. Por supuesto, siempre si resultaba imposible convencer a Ortiz. Ese nombre es el del tandilense Miguel Lunghi, un histórico radical que además de alcalde es médico.
Por tal motivo llamó la atención a propios y extraños su visita a Gobernación. Y no solo eso. Desde la Dirección de Prensa se encargaron de difundir la foto. ¿Se habrá reunido Vidal con el reemplazante de Ortiz? ¿O simplemente se reunió con el jefe comunal de la capital del salamín?
“La caótica situación de la cartera bonaerense habría terminado por expulsar a la epidemióloga Zulma Ortíz, quien desde que comenzó su gestión no puede encontrar el rumbo”, publicó La Tecla días atrás, y también en ese momento se negó la dimisión. Pero, como se dijo, “cuando el río suena, es porque piedras trae”.
El mareo y desconcierto de la titular de la cartera son insostenibles. A esto hay que sumarle el descalabro de la estructura hospitalaria, el desfinanciamiento y la demora en el pago a proveedores, entre otras cosas. “Por todo esto, parece que Ortiz se desbordó y el tiempo que le habían dado desde gobernación a a su gestión se terminó”, insiste la fuente.
Y también se insiste en que no es así desde Prensa. “No renunció, no sé de donde sacaron eso”, dijo a este medio una de las empleadas de la oficina.
Los reclamos gremiales la tienen a mal traer a la ministra. Hay organismos movilizados hace tiempo como Adicciones, Incluir Salud (ex Profe) y Sumar, entre otros. La Ministra se había comprometido con ATE a ‘no tocar’ al personal y acelerar los pases a planta. Algo que aún está indefinido y algo que pone los pelos de punta en el edificio de 51 entre 17 y 18, La Plata.
Más allá de todo esto, como publicó este medio días atrás, Ortiz no supo armar un equipo homogéneo, sino que trajo un poquito de cada lado, una verdadera Babel entre macristas, peronistas y sciolistas, que mezcla profesionalismo con carencia de éste.
“A Ortiz, Vidal la puso por su CV. Pero, vaya paradoja: ella designó debajo suyo a gente que no tiene CV para manejar más de 22 mil millones de pesos. Trajo un poquito de cada lado, sobre todo a sciolistas echados de Desarrollo Social”, cerró un empleado de carrera que asegura que tiene los días contados, porque sabe, se vienen más despidos.