Las tareas las desarrolló la Dirección de Contralor y Fiscalización Sanitaria a cargo de Julio Gómez Pastorino, quien explicó que “el comercio ubicado en 9 y 54 estaba en óptimas condiciones bromatológicas, pero tenía la habilitación municipal vencida desde el año 2013”.
A la par, se informó que “no tenía REBA (Registro Provincial para la Comercialización de Bebidas Alcohólicas) que emite la provincia”.
Tras las actuaciones, se clausuró preventivamente el establecimiento hasta que regularicen las condiciones administrativas, se intervino la mercadería y se la dejó en guarda a disposición del Juzgado de Faltas interviniente.