Una mujer, su hermana y dos pequeños vivieron momentos dramáticos cuando, por causas que aún se investigan, un vehículo los atropelló en la intersección de 38 y 147. Tras el impacto uno de los niños, un pequeño bebé de sólo cuatro meses, acabó en un charco de agua y resultó herido, por lo que debió ser hospitalizado.

Fuentes policiales indicaron que el hecho ocurrió alrededor de las 7.50, en el barrio platense de San Carlos, donde Betiana Rivero (19) caminaba cargando a su bebé, junto a su hermana y su sobrina. Las cuatro víctimas, quienes se dirigían a una parada de colectivo para ir a un hospital local en el que la mujer debía realizarse un chequeo médico, fueron embestidas por un Ford Falcon conducido por Javier Díaz (41).

“No me acuerdo de nada de lo que pasó. Sé que veníamos caminando y de pronto un auto nos chocó de atrás, nada más”, explicó a Trama Urbana Rivero. La joven madre contó que apenas podía levantarse y fue su hermana la que rescató a su bebé del barro, ya que el impacto se lo arrancó de los brazos.

El pequeño, de nombre Matheo, debió ser hospitalizado y los médicos de guardia del Hospital del Niño constataron que, afortunadamente, no tenía heridas de gravedad. La jefa del servicio de emergencia del centro asistencial, Cristina Pereiro, indicó que el niño se encuentra bien, aunque deberá permanecer internado en observación hasta la mañana de hoy.

“Mi hermana me levanta y me dice ‘agarrá a Matheo, agarrá a Matheo’, pero yo todavía estaba mareada y un poco inconsciente, así que ella va y lo levanta. Por suerte estaba bien, pero estaba todo lleno de barro, la carita y el cuerpo, todo”, relató la conmocionada joven.

Díaz, quien también dialogó con Trama Urbana, sostuvo que todo fue un accidente. “Venía despacio, estaba llevando a mis hijos a la escuela, se me empañó el vidrio del auto y cuando doblé no los vi. Sentí el golpe y frené enseguida y los intenté ayudar, pero no quisieron”, manifestó el conductor.

El hombre también desmintió que hubiera intentado escapar del lugar: “dijeron que yo me quise ir, pero eso no es cierto. Yo me quedé ahí y les dije que los llevaba al hospital que los quería ayudar, yo también tengo hijos y nunca me iría. Después vino el marido de la chica muy exaltado y me dio una paliza”.

Tras el hecho y luego de ser anoticiado, el esposo de Rivero y padre de Matheo se acercó hasta la vivienda de Díaz, visiblemente exaltado. Allí, enfurecido, comenzó a increpar al dueño del Falcon y finalmente lo atacó a golpes de puño violentamente.

El hombre, de origen boliviano acabó bastante herido: “yo ahora tengo una fractura de tabique y tengo que ir al hospital para que me atiendan”, concluyó.