La lucha contra el terrorismo sigue siendo “una de las prioridades” de España, remarcó el líder conservador, durante el primero de los actos previstos para la jornada.
El atentado del 11 de marzo de 2004 contra los trenes de cercanías de Madrid acabó con la vida de 193 personas y dejó 1.800 heridos. Fue el peor atentado de la historia en Europa y se produjo días antes de las elecciones generales de España, que ganó el socialista José Luis Rodríguez Zapatero.
El intento del entonces gobierno del conservador José María Aznar de atribuir el atentado a la organización separatista vasca armada ETA cuando las pruebas comenzaron a apuntar hacia la autoría de los islamistas, provocó indignación social y un fuerte enfrentamiento político que terminó trasladándose después a los familiares de las víctimas.
Desde entonces, cada aniversario estuvo marcado por la desunión de las asociaciones de víctimas.
En otro de los homenajes, que tuvo lugar en la estación de ferrocarriles de Atocha, donde explotaron varias de las bombas, la presidenta de la Asociación 11-M Afectados por el Terrorismo, Pilar Manjón, insistió en pedir a los políticos que no utilicen a las víctimas con fines partidistas.
“Nuestras voces hablan por ellos, aunque sólo sea este día 11. Tenemos que decir que estamos hartos de la utilización partidista de la Ley mordaza y de la Ley Antiterrorista”, sostuvo, en referencia a las medidas de seguridad que han servido para arrestar a artistas y manifestantes en los últimos años.
También se realizará un homenaje en el Parque de El Retiro, en el llamado “Bosque del Recuerdo”, que evoca a las víctimas.