La pastilla Superman que contiene la sustancia PMA también conocida como PMMA (parametoxianfetamina) fue hallada como elemento común en los cuerpos de los cinco jóvenes que murieron en la fiesta electrónica Time Warp. Cuando se profundiza sobre los efectos de esta sustancia letal está claro que no se trata de un fenómeno local.

En los últimos meses hubo varios reportes de autoridades antinarcóticos y fuentes policiales que determinaron muertes de jóvenes por haber consumido PMA ó PMMA en Inglaterra y Estados Unidos.

Por ejemplo, tres jóvenes de distintas localidades de Inglaterra fallecieron tras haber consumido PMA (parametoxianfetamina). Y se cree que quienes tomaron la píldora que lleva el logo del superhéroe lo hicieron creyendo que se trataba de éxtasis (MDMA).

El hecho abrió el debate en el país británico sobre la conveniencia de penalizar la producción de una sustancia al corroborar que la ciudadanía recurre luego a una droga más peligrosa que la prohibida.

“En los últimos años, la PMA y PMMA resurgieron como sustancias sustitutas tóxicas del éxtasis. En este periodo, fueron responsables de más de 100 muertes y ahora la mayoría de los fallecimientos que los medios atribuyen al éxtasis son, de hecho, causadas por PMA y PMMA”, afirmó el psiquiatra inglés David Nutt a The Guardian.

Para Nutt, el resurgimiento de estas drogas “está directamente relacionado con los intentos de la comunidad internacional de frenar el uso de MDMA a partir de la prohibición de su producción y comercialización”.

En esta línea, explicó que “dado que en los últimos tiempos las convenciones de control de drogas de la ONU no estaban teniendo buenos resultados, se intentó debilitar su producción penalizando una serie de precursores químicos: un ejemplo es el safrol, un precursor del MDMA”, dijo Nutt.

Además, consideró que esto “afectó claramente la producción de MDMA, por lo que los químicos buscaron otro precursor adecuado como alternativa. El aceite de anís, por ser similar al safrol, entonces fue el elegido”.

El especialista añadió que, a partir del proceso de producción de MDMA (éxtasis) con aceite de anís se obtiene PMA o PMMA: “Por lo tanto, estas sustancias solo existen por el bloqueo a la producción de MDMA”.

Son hasta diez veces más potentes. Esto quiere decir que un consumidor que habitualmente ingiere una dosis de 80mg de MDMA, está tomando el equivalente a 800 mg.

El PMA funciona más lentamente que el MDMA. Por eso, cuando los usuarios no obtienen los efectos esperados del MDMA después de los 30 minutos de haberla consumido, piensan que les vendieron una partida débil y pueden llegar a tomar otra dosis para compensar.

PMA y PMMA no son equivalentes farmacológicos del MDMA. Tienen efectos muy diferentes. Su principal problema es que bloquean las acciones de las enzimas cerebrales que satisfacen los efectos deseados de la liberación de serotonina y dopamina, producidas por el PMA/PMMA. Entonces, se acentúa la toxicidad y el cerebro no puede trabajar por el aumento de la serotonina, lo que puede llevar a los consumidores a desarrollar un síndrome. Y esta es una reacción tóxica que eleva la temperatura del cuerpo a niveles peligrosos, a veces letales.

Por último, Nutt recordó que el surgimiento de una sustancia más tóxica que aquella que fue penalizada es algo que sucedió más de una vez.

“Esto es obvio desde que en Estados Unidos se prohibió el alcohol en la década de 1920 y muchos pasaron a consumir etanol y metanol destilado, ambas más tóxicas que el alcohol”, dijo. Y agregó: “Cuando se prohibió fumar opio, hubo un aumento de la producción e inyección de una sustancia más potente y peligrosa: la heroína”.

“Dejemos de pretender que estas muertes por PMA son inesperados efectos del éxtasis y digamos la verdad: son la consecuencia de la política de drogas actual, que es ilógica y punitiva”, concluyó.

También en Miami

Por otra parte, en Florida, Estados Unidos, seis jóvenes fallecieron entre julio y septiembre de 2015, y también se apuntó contra el llamado “falso éxtasis”.

“El cúmulo de muertes en Illinois y Florida, además de las esporádicas noticias de fatalidades en todo el país que involucran al éxtasis, acentúa la naturaleza peligrosa de una droga que muchos pensaban que era relativamente inofensiva”, escribió el diario ABC News.

En Florida, el falso éxtasis, llamado PMA o PMMA, está matando a los jóvenes elevándoles la temperatura corporal a 108 grados F (42 grados C). Se remarcó que este tipo de drogas son “más letales”. Las pastillas son similares y los expertos aseguran que es imposible diferenciarlas a menos que sean sometidas a una prueba de laboratorio.

El diario destacó la creciente popularidad de esta sustancia entre los jóvenes, especialmente en la escena nocturna: “La droga es muy popular en fiestas rave de Miami y también tiene una fuerte presencia en Atlanta y en el estado de New Jersey. Una dramática encuesta del Instituto Nacional sobre el Abuso de Drogas determinó que unos 3,4 millones de estadounidenses de al menos 12 años de edad consumieron la sustancia al menos una vez”.