La Casación Penal de la Provincia de Buenos Aires aumentó las penas a 11 años de prisión que fueron impuestas por el asesinato del penitenciario Maximiliano Videla de 24 años. Maximiliano, además ser agente penitenciario era remisero y árbitro de fútbol infantil. Fue atacado por delincuentes que le dieron golpes de puño; patadas; cinturonazos y para completar la tortura a la que fue expuesto le dieron 50 puñaladas. Todo esto porque se había negado a pagarles el peaje que le solicitaban para poder circular por la calle.

En el veredicto, pronunciada por la Sala IV de Casación, integrada por los magistrados Ricardo Maidana, Mario Kohan y Carlos Natiello, los jueces anularon parte de la sentencia que el Tribunal Oral Criminal I de La Plata en la que se había condenado como partícipes secundarios a 11 años a Julián Garcïa Cañete y Leonardo Curtido Benítez.

Casación dedujo que los imputados fueron partícipes primarios de los hechos que se les endilgan y que les corresponde la misma pena que a los otros acusados: prisión perpetua, igual condena que recibieron en primera instancia Julio Ferreyra y Antonio García Cañete.

Ahora se les imputa el delito de “homicidio calificado por alevosía”

La investigación tuvo un quinto acusado, Silvio Ferreyra, que fue absuelto por el beneficio de la duda. Casación confirmó la absolución

El doctor Maidana expuso en su voto que “se ha acreditado que un grupo de personas -entre las que se encontraban los ahora condenados- persiguieron corriendo a Videla, luego de haber discutido con el mismo, y tras provocarle su caída lo agredieron con golpes patadas y cinturonazos; en tales circunstancias, uno de ellos -Julio César Ferreyra- utilizando un cuchillo apuñaló en reiteradas oportunidades con intención letal, mientras los demás persistían actuando sobre la víctima, interesándole órganos vitales y causándole la muerte en un breve lapso”.

El Caso:

El homicidio se produjo durante la madrugada, cuando Maximiliano llegó a la casa de una mujer. Cuando esperaba a la pasajera,  se peleó con una patota de cinco jóvenes. Le pegaron y lo inmovilizaron con todo tipo de golpes, y hasta su agonía lo torturaron a cinturonazos. Murió una hora más tarde por los golpes que recibió y por las heridas producidas.

Tenía una beba de 10 meses. “Era muy querido en el barrio, era suboficial del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y prestaba servicios en la Unidad 40 de Lomas de Zamora, en sus ratos de descanso alternaba entre el remís y el arbitraje de futbol infantil”

Laura Lasarte, fiscal del debate oral en conjunto con el abogado de la familia Guillermo Francella, solicitó que todos los procesados fueran condenados a prisión perpetua por el delito de homicidio calificado con alevosía. La autopsia dejó ver que los cortes que tenía Videla fueron hechas con la misma arma blanca.