Natalia Fernández estuvo tres horas y media en el despacho de la fiscal, en Tucumán 966 de esta capital, y fue retirada del lugar en un vehículo, evitando el contacto con la nutrida guardia periodística apostada en el lugar.

En un reportaje publicado por el diario Clarín, Fernández, empleada en un restaurante de Puerto Madero, manifestó haber sido convocada como testigo ocasional la madrugada del 19 de enero último, cuando el cadáver de Nisman fue hallado en un edificio del Complejo Le Parc, en esa zona de esta ciudad.

Al término de la declaración de Fernández ante la fiscal (la que se realiza bajo juramento de decir la verdad y se previene sobre la penalidad del falso testimonio), no trascendieron detalles de la audiencia pero sí que, a diferencia de otras ocasiones, “no habría ningún comunicado”.

En el artículo del matutino Fernández comentó que presenció el operativo desplegado por Fein en el departamento que ocupaba Nisman, y relató algunos detalles que pueden interpretarse como un “descuido” del material probatario.

En aquella ocasión la joven aseveró que se le permitió utilizar un baño del departamento, que quienes realizaban el procedimiento utilizaron una cafetera de la vivienda y que se subrayaron documentos encontrados en el lugar.

Antes de la audiencia de esta mañana Fein había cuestionado los dichos de la joven: “Se va a tener que hacer cargo de lo que dijo”, enfatizó la fiscal.