Los policías llegaron sin aviso y sin orden judicial, y “utilizando martillos neumáticos comenzaron a romper una pared lateral con la gente arriba”, afirmó en diálogo con Télam Fernando, vecino del lugar, y graficó que de inmediato empezaron a romperse los vidrios de arriba.

Los habitantes del edificio respondieron tirando agua hacia abajo y lograron frenar por el momento la demolición, aunque los policías abrieron un agujero de dos metros por dos metros en una de las paredes.

A cargo del operativo está un oficial de apellido Vouget, explicó el vecino, y precisó que junto a él hay unos 20 oficiales cercando del edificio, mientras que “a la vuelta esperan otros tres camiones”.

Si bien el predio pertenece al gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, los pisos superiores del edificio -ubicado en la calle Holmberg 2858- están ocupados “desde hace unos 20 años”, aseguró Fernando, y precisó que allí viven más de dos decenas de personas, incluidos varios niños.

En la parte de abajo funciona desde hace años un centro barrial de jubilados, en el que también se realizan actividades gratuitas -a las que concurren cerca de 30 chicos- como karate, taekwondo y apoyo escolar, entre otras, además de un comedor.

“Cuando vecinos de la zona nos hicieron notar que generábamos ruido, abandonamos las actividades para no perjudicar al centro”, explicó el vecino, y señaló que esta acción busca tanto desalojar el centro como debilitar la estructura del inmueble para forzar a sus habitantes a marcharse.