Fuentes oficiales confirmaron que el insólito episodio sucedió en una casa ubicada en 1 entre 528 y 529, donde vive un odontólogo. Justo frente a la comisaría Sexta.

Aparentemente, los ladrones ingresaron a su vivienda cerca de las 23 hs del lunes pasado, minutos antes de que los vieran merodeando por la zona, aunque recordó que eran tres: “Dos hombres y una mujer”, dijo.

Cuentan también que en 1 entre 529 y 530 los mismos sujetos trataron de forzar la puerta de un domicilio, pero al parecer divisar la sirena de una patrulla y abandonaron el intento. Siguieron por la calle 1, hasta que en la cuadra siguiente empujaron una puerta. Imaginando quizás que podía ser el perro, el dueño apenas llegó a destrabar la cerradura y mover el picaporte: ni bien los ladrones vieron que la puerta cedió un milímetro, empujaron y entraron al domicilio por la fuerza.

Acto seguido, al odontólogo de 63 años lo encañonaron con un arma, antes de amordazarlo con cinta adhesiva que también usaron para atarle los pies y las manos. Con la víctima totalmente inmovilizada, uno de los ladrones comenzó a amenazarlo para forzarlo a revelar dónde estaba el dinero, mientras el otro sujeto revolvía todas las piezas de la casa buscando cosas de valor. “La mujer se quedó afuera”, según el vecino.

La ferocidad del ataque fue terrible, a punto tal que otro frentista de la cuadra escuchó los gritos y salió a ver, notando que la puerta del odontólogo estaba abierta. Advirtiendo quizás el peligro, la mujer que hacía de campana se fue. Con la certeza de que algo malo pasaba, el vecino cruzó a la comisaría y les contó a los policías lo que había visto y escuchado, por lo que estos fueron rápido a la vivienda y entraron.

Lo primero que vieron fue los ambientes totalmente revueltos. En el cuarto encontraron a la víctima maniatada sobre una de las camas, y pudieron atrapar a los intrusos antes de que intentaran escapar. A uno de ellos le secuestraron un revólver calibre 38 largo, con seis balas.

Los detenidos son un chapista de 42 años, domiciliado en City Bell, y un adolescente de 18, también de la misma localidad. Luego se estableció que se movilizaban en un Ford Falcon que dejaron estacionado en 528 bis y 1. La policía no certificó la existencia de una tercera persona.