Una millonaria estafa a la Municipalidad durante la gestión de Pablo Bruera comenzará a ser debatida en juicio público ya que el Juez de Garantías, Juan Pablo Massi, avaló la investigación de la fiscalía de Delitos Complejos de La Plata, a cargo de Jorge Paolini, y elevó el expediente a debate.

En ese sentido, Alfredo Hernán Bracco, Néstor Gramajo, Claudio Alejandro Gómez y Pedro Alberto Caro, fueron procesados por intentar quedarse con 10.600.000 de pesos del Tesoro municipal mediante la falsificación de órdenes de pago.

Por este hecho, el primero de los acusados Alfredo Bracco, quien se autodefinió como el “recaudador” de Bruera, acordó con el fiscal Paolini una pena de tres años de prisión en suspenso, lo cual fue avalado por el juez de Garantías, en el marco de un juicio abreviado, según informó el portal Tinta Judicial.

En la investigación se dio por probado que “durante el transcurso del año 2008”, en los primeros meses del primer mandato de Pablo Bruera, dos hombres, uno propietario de un corralón de materiales “en coautoría con otro quien invocaba ser intermediario y allegado a la gestión Municipal de La Plata, confeccionaron facturas y remitos por operaciones comerciales inexistentes con la Municipalidad por un monto superior a los 10 millones 600 mil pesos”, según se lee en un tramo del requerimiento de juicio.

Uno de los testimonios que complican y salpican a la administración Bruera es el de Claudio Alejandro Gómez, titular de la empresa “Transportes CAG”, quien declara (en la foja 648 del cuarto cuerpo del expediente) que su contador, Alberto Caro, le ofreció “hacer un negocio con la gente de la Municipalidad de La Plata” y que “lo contactó con Hernán Bracco y Mariano Bruera, hermano del intendente”.

Gómez asegura en la declaración ante el fiscal Jorge Paolini que “Bracco era la mano derecha de Bruera y el recaudador” y detalló que “se reunieron en varias oportunidades en un bar de calle 13 esquina 47, desde las inundaciones de La Plata en febrero de 2008” y que “en esas reuniones le ofrecieron que aportara un millón de pesos en efectivo por adelantado, a cambio de darle licitaciones de la recolección de ramas y otros servicios de transportes en La Plata”.

A su vez, detalló que “por supuesto habría una sobrefacturación y el dicente (Gómez) recibiría el 70% de lo facturado, mientras el 30% se lo quedaba Mariano Bruera. Que supuestamente iba a comenzar a trabajar con los camiones a los 30 días de la entrega del dinero a contra entrega de las órdenes de pago”.

En ese marco, declaró ante la justicia que “recuerda que puso el dinero sobre la mesa y no recuerda si fue Mariano Bruera o Hernán Bracco, lo pusieron en sus pies”; y además aseguró que nunca recuperó el dinero, que no fue beneficiado con ninguna licitación y ofreció a otros testigos para que corroboren sus dichos.

Gómez también mencionó como posibles conocedores de la maniobra a Alejandro Salomone, que era el director de Compras de la Municipalidad de La Plata y al tesorero, Néstor Yalet. De esta forma, ambos funcionarios serán investigados por la fiscalía, al igual que el propio intendente Pablo Bruera, de quien buscará comprobar si estaba en conocimiento de esta estafa cometida contra las arcas de Municipio.

bruera marianoEn tanto que Néstor Andrés Gramajo, otro de los empresarios procesados, en este caso dueño de un corralón de materiales, describió en su declaración ante el fiscal Paolini el 8 de marzo de 2010 una metodología similar, utilizada por Bracco y Mariano Bruera.

Detalló ante el fiscal que “para entrar al negocio debían poner un millón doscientos mil pesos, que debían dárselo a un tal Hernán Bracco. Que el negocio era proveer de materiales para las inundaciones a la Municipalidad, sobrefacturar el valor y de esa sobrefacturación 60% se lo llevaba el dicente (Gramajo) y el 40% era para la Municipalidad”.

También, el titular de “El Emporio de los Materiales”, describió que “se encontró con Hernán Bracco en un bar llamado B47, que estuvo con este tal Hernán, a quien le llevó la mitad del dinero en un maletín y se lo entregó; y que la segunda oportunidad en que se encontraron, encontró los 600 mil pesos restantes a Bracco y vio que también estaba en el lugar Mariano Bruera. Que se lo presentaron en ese momento como el hermano del intendente”.

En uno de los últimos tramos de su declaración, Gramajo cuenta –según informa La Tecla- que “en las reuniones en el bar le parecía que había otras personas que estaban en la misma situación, que recuerda que un tal Nini de acá de La Plata. Que recuerda que en las reuniones le decían que se quedara tranquilo que Mariano Bruera era el hermano del intendente e iba a salir todo bien”.

Diversos testimonios periodísticos y judiciales narran lo mismo: que Bracco y Mariano Bruera trabajaban juntos, incluso desde dentro del Palacio Comunal, con la anuencia de Salomone, quien en realidad habría recibido órdenes y obrado en consecuencia.

Bracco tiemposplatensesIncluso el propio Bracco (Foto: Tiemposplatenses) admitió en diálogo con Desafío Económico haber trabajado como “el recaudador” del hermano del Jefe Comunal. “Yo presentaba comerciantes que invertirían con la Municipalidad en los distintos rubros que se necesitaban. Estas personas eran presentadas al hermano del intendente, Mariano Bruera, y si la colaboración se hacía efectiva resultaba en ser proveedores de la Municipalidad”, admitió.

Bracco, además, dice que para sacárselo de encima luego le hicieron “una cama” con “cheques truchos”, para que quedara pegado en la Justicia, aunque admitió haber entregado en forma directa, sin licitaciones, diversos negocios y concesiones de la municipalidad como el restaurante de la Terminal de La Plata, el Centro Cultural Islas Malvinas y el Pasaje Dardo Rocha, entre otros.

“(A los Bruera) El poder se les fue a la cabeza. En la última charla que tuvimos, Mariano me amenazó: `Tenemos el genital hasta acá de largo (señalándose a la altura de las rodillas). Hoy por hoy, somos dueños de todo: compramos a los jueces, fiscales, comisarios, periodistas`”, sentenció Bracco.

El caso, que salpica al intendente Bruera y a su hermano, Marino Bruera, quien hasta hace poco fue funcionario del municipio, mantiene en vilo a la política local, ya que el delito de estafa y malversación de fondos públicos podría dejar a más de uno de los hermanos Bruera tras las rejas.